martes, 14 de enero de 2014

La casa de la Faustina



El Corte Inglés, versión rural, allí podías encontrar de todo, zapatos, comida de toda clase, herramientas, etc. Los chinos no han inventado nada, la señora Faustina ya tenía un gran bazar en una fachada de apenas tres metros, lo que siempre fue un misterio era la profundidad de la casa. 
Si vitalidad, como la de todas las personas mayores del pueblo era legendaria, a pesar de no rebasar el metro y medio, nunca descansaba y el horario de apertura era de lo más amplio.
Además formaba parte de un ritual, por la tarde después del baño en el río, todos a comprar pipas en casa de la Faustina para ir acto seguido a las escuelas o a pasear hasta el empalme.